Aquí estamos con otra entrada en el blog.
Una entrada distinta. Presentando una serie que tenía muchas ganas de hacer.
Es una dedicatoria a la rayas, también denominados «chuchos» en Canarias.
Muchas veces he buceado con ellas, me han parecido enigmáticas, monstruos de otra época anclados en el pasado, evolucionando y que perduran en la actualidad.
Enterrados en la arena esperan, camuflados, sin apenas verse, esperan a su presa, buscando alimento.
Con una forma de moverse suave, tranquila, potente, dulce, parsimoniosa y con elegancia. Con dureza y rapidez, cuando se ven en peligro. Ágiles, contorsionistas del mar.
Es algo único bucear con ellas, que te permitan estar junto a ellas, tocarlas y poder admirarlas. Te miran, puedes ver como quieren jugar contigo, que les rasques la panza y les acaricies.
El elegante baile conjunto, buscando a la hembra, haciendo suyo el mar.
Y para combatir mi nostalgia hice esta serie fuera del agua.
Fotografía de Larga Exposición.
Iluminación: Linterna cálida y flash.